Dad y se os dará. No se da con la intención de recobrar. Se da sin esperar nada a cambio. Pero entrar en la dinámica de la entrega, del grano de trigo en tierra, es ponerse a tiro de Dios. El da no a cambio sino que su ser es un darse permanente que incluye principalmente a los que dan gratuitamente. Dad, daros y Dios se pondrá en vuestras manos. Está ya en vosotros porque sino no habría don.
No hay comentarios:
Publicar un comentario