No se puede entender a Teresa sin Jesús. Esta mujer ruín llegará a ser una maestra de altura espiritual, bajo la mirada y de la mano de Jesús de Nazaret. Teresa de Cepeda a través de la amistad con Jesús de Nazaret queda transformada en una mujer nueva, todo ello por gracia y vencidos sus múltiples achaques y obstáculos.
Pero también podemos decir que Jesús se hace más cercano y más conocido gracias a Teresa. Gracias a ella, Jesús se nos hace más accesible y más humano.
Hoy al cumplirse los 500 años del nacimiento de esta cristiana, adelantada a su tiempo, queremos rendirle nuestro homenaje y lo mejor para honrarla, es, sin duda, desquitarse de uno mismo y ser de Jesús.
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