La imagen es audaz, arriesgada. La imaginación se desata porque escribir en el corazón es una operación única, una cirugía imposible e irrepetible. Es un sangrado en el corazón, provocar una hemorragia. El hacerlo es, a fin de cuentas, un morir seguro para un vivir distinto e incontrolable. El corazón deja de ser el centro de vida. La escritura de la ley, la ley misma se convierte en el corazón de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario