Aunque pueda sonar a trasnochado, lo verdaderamente trasnochado es la falta de educación y la grosería, los malos modos, la falta de formas. Es verdad que con las formas se puede engañar y mostrar hipocresía y no se trata de enmarañar la vida. A lo que nos referimos con lo de mayor reverencia es el de reconocer nuestro ser criaturas ante el Dios creador, fuente de bien y de luz. Reconocer esto no es infantilismo o miedo a la libertad. Se trata del verdadero camino de libertad porque solo en Dios estamos capacitados para asumir nuestra limitación y para vivir responsablemente . Es en el camino de la obediencia a Dios como nos despojamos de ser dominados por lo relativo. Con la mayor reverencia no nos estamos refiriendo a una cuestión de posturas de tipo cortesano. Es en el corazón donde se muestra esta actitud, en la valoración de la dignidad de los más necesitados y en el reconocimiento de la grandeza y majestad divina.
Lecturas viernes 5 diciembre: Isaías 29, 17-24/ Mateo 9,27-31
Lecturas viernes 5 diciembre: Isaías 29, 17-24/ Mateo 9,27-31
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