El ámbito de la llamada de Jesús es la libertad. Es desde su libertad, sustentada en su relación con su Padre Dios, la que hace de su invitación una propuesta digna. Digna porque no se impone. La respuesta queda en manos del que ha sido llamado. La cercanía con Jesús no distorsiona la futura respuesta, como si mantener una cierta distancia la hiciera más objetiva Solamente estando cerca la libertad es realmente efectiva para irse detrás o echarse atrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario