Atardecía, el sol perdía fuerza.
Tu caminabas en dirección a tu casa.
Estaban dando las cuatro.
Nos fuimos detrás
y vimos la sonrisa en tu cara.
Queríamos conocerte, saber quien eras.
Nos llevaste a tu casa.
Ahora vamos por los caminos
por donde los hombres andan
anunciando tu nombre,
reflejando tu mirada.
reflejando tu mirada.
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