Sorprendida por los pastores,
un rubor en su alma.
Ella calla.
Calma en el cielo.
En la tierra pasos veloces.
El amor apresura
los latidos.
María atiende con sonrisas
y escucha,
escucha lo que los pastores relatan.
Y no para de dar vueltas en su corazón
a tanto. Reflicte dentro lo que afuera brilla.
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